En estos días asistimos a un espectáculo político sin precedentes en nuestra vida republicana. Vamos tres inmensas semanas desde que fuimos a votar en segunda vuelta y hasta ahora, como nunca antes, todavía no se proclama al primer mandatario de nuestro país para el próximo lustro.

Las autoridades electorales han marcado un hito en cuanto a transparencia y publicidad del proceso electoral se refiere. Pese a todas las dificultades y obstáculos que emergen han sabido encontrar la respuesta adecuada. En el proceso electoral no solo han participado observadores nacionales e internacionales que incluso han felicitado su labor; sino que también ha permitido, por primera vez en nuestra historia, que cualquier ciudadano conozca de modo directo y en tiempo real sus actuaciones. Aunque al final del proceso la mitad del país celebre y la otra mitad se agobie, estamos seguros que en el fondo todos reconocemos estos avances y aciertos.

Desde la Comunidad Sanmarquina de Estudios Sociolaborales (Cosades) queremos sumarnos al reconocimiento a la labor de todos los funcionarios y trabajadores que integran tanto la Oficina Nacional de Procesos Electorales – ONPE como el Jurado Nacional de Elecciones – JNE. Asimismo, instamos a las organizaciones sociales y en especial a las organizaciones sindicales a replicar estas medidas para una mayor transparencia del proceso electoral, permitiendo que todos los afiliados de sindicatos, federaciones y confederaciones puedan conocer en tiempo real y directo el resultado y la actuación de los actores del proceso electoral. Nos permitimos sugerir que también se publicite la etapa del escrutinio. Quizá implicaría un mayor costo en logística electoral, pero permitiría alcanzar la mayor publicidad y transparencia posible.

Finalmente, queremos aprovechar el contexto político para remarcar que, en todo proceso electoral incluido los sindicales, ha de prevalecer siempre la presunción de validez del voto. En general el derecho protege la validez de todo acto jurídico mediante herramientas tales como la “conservación del acto” o la “presunción de la buena fe”; solo cede para sancionar con nulidad o ineficacia en casos extremos debidamente comprobados. En tal medida, aconsejamos a todos los miembros del movimiento sindical a no fundar solicitudes de nulidad en el marco de un proceso electoral por irregularidades menores (de forma) o sin la prueba que acredite contundentemente el hecho que la vicia. El derecho no presume irregularidades ni sanciona con nulidad o ineficacia cualquier irregularidad, sino únicamente aquellas graves que están debidamente probadas por la parte interesada.